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El Reflejo Qué Ves En El Espejo Es La Unica Persona Que Debes Superar

Writer's picture: Alexander CruzAlexander Cruz


Hoy deseo hablarte de algo que sucede muy seguido cuando comenzamos a mejorar cualquier cosa de nuestra vida, y son las comparaciones….


Y es que en el mundo del entrenamiento físico, es común que las personas caigan en la trampa de compararse con los demás o incluso con versiones ideales de sí mismas.


Pero la verdad es que el progreso no se trata de alcanzar un estándar externo; se trata de superarte a ti mismo, paso a paso.  


Si estás embarcado en un programa de entrenamiento o cualquier proceso de cambio, es crucial recordar esto: tu comparación debe ser con quien eras al comienzo, no con una versión anterior idealizada de ti mismo.


La comparación con otros o con un ideal suele surgir de la presión social o de expectativas poco realistas que hemos acumulado a lo largo del tiempo. Redes sociales, estereotipos y tendencias nos bombardean constantemente con imágenes de "perfección". Sin embargo, lo que no vemos es el contexto:  


- ¿Cuánto tiempo lleva esa persona entrenando? 


- ¿Qué recursos tiene disponibles?


- ¿Cuáles son sus prioridades y circunstancias personales?


Esas preguntas, aunque importantes, no importan tanto como una sola: ¿Quién eras tú al empezar este viaje?


Cuando te comparas con quien eras al inicio, te enfocas en lo que realmente importa: tu progreso.


Esto significa valorar cada pequeña victoria, desde levantar más peso hasta sentirte más enérgico o disciplinado, o quizás poderte levantar de una silla sin ayuda, el progreso es individual y lo que para unos puede ser algo sencillo para otros puede ser un paso gigantesco en su vida.  


Es de suma importancia que conozcas los beneficios de esta mentalidad, algunos de estos son:


1. Motivación constante: En lugar de desmotivarte por no "alcanzar" a otros, celebrarás tus logros personales.  


2. Progreso sostenible: Las metas realistas y ajustadas a tu nivel inicial son más alcanzables.  


3. Mejora del bienestar emocional: Evitas frustraciones y sentimientos de insuficiencia al concentrarte en tu propio crecimiento.  


Conocerlos es importante, pero aplicarlos mucho más. Aquí te digo como:


1. Documenta Tu Punto de Partida


Antes de comenzar cualquier programa, lleva un registro claro de tu estado inicial:  


  • Fotos o medidas: Son útiles para monitorear cambios físicos.  


  • Análisis de rendimiento: Registra cuánto peso levantas, cuántas repeticiones logras o tus tiempos en ejercicios cardiovasculares.  


  • Estado mental: ¿Cómo te sientes al empezar? Evaluar tu bienestar emocional también es parte del progreso.  

 

2. Establece Metas Pequeñas y Realistas


En lugar de obsesionarte con grandes objetivos a largo plazo, enfócate en metas pequeñas y alcanzables.


Por ejemplo:  


- Incrementar 2-5 kg en levantamientos en un mes.

  

- Mejorar tu técnica en un ejercicio.  


- Completar una rutina sin pausas adicionales.   


3. Celebra Tus Logros


No esperes a tener un "gran cambio" para darte crédito. Cada mejora es un paso adelante, y merece reconocimiento.  


4. Reflexiona Regularmente 


Haz pausas para mirar hacia atrás y evaluar tu progreso. Pregúntate:  


- ¿Qué estoy haciendo mejor ahora?  


- ¿Qué desafíos he superado?  


- ¿Qué aspectos aún puedo mejorar?   


Recuerda: Eres un Proyecto en Proceso y cualquier progreso que logres no será lineal. Habrá días difíciles y momentos en los que sientas que no avanzas. Pero si miras hacia atrás, verás cómo cada pequeño paso ha contribuido a un cambio mayor.  


No te compares con otros ni con una versión pasada que idealizas. Compárate con quien eras al principio del proceso, porque cada día que trabajas en ti mismo, te conviertes en una mejor versión de ti.  


¿Listo para enfocarte en tu propio progreso? El espejo más honesto no es el que te muestra quién eres ahora, sino el que te recuerda cuánto has avanzado desde donde empezaste.

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