Lo has considerado durante semanas, meses, incluso años. Y ahora es el momento en el que has decidido hacer un cambio para mejorar la parte nutricional de tu vida. Pero antes de meter los pies en estas aguas primero tienes que analizar detenidamente lo que estás considerando y responder cinco preguntas antes de continuar.
Solo entonces puedes estar seguro de que ese cambio nutricional no te fallará como ya te sucedió antes con otras dietas que ya trataste.
Pregunta 1: ¿Te da hambre todo el día todos los días?
Cuando estás a dieta, es normal que sientas hambre de manera ocasional. Sin embargo, esta hambre puede eliminarse tomando un vaso de agua. Y si te mantienes suficientemente ocupado con la vida en general, deberías poder ignorarlo. Pero si tu dieta hace que sientas hambre en todo momento, no vas a durar mucho.
Para evitar caer en el pozo de la desesperación, adhiérete a una dieta que te permita comer proteínas, fibra y grasas saludables. Además, como se indicó anteriormente, bebe mucha agua para evitar confundir el verdaderamente tener hambre con sed.
Pregunta 2: ¿Te obliga a abandonar grupos de alimentos?
Una dieta saludable es aquella que incorpora cantidades adecuadas de alimentos de cada grupo de alimentos. Cuando una dieta elimina un grupo completo de alimentos de sus opciones alimenticias lo qe hace es dificultándote todo y te colocara en modo de supervivencia por el tiempo que dure la misma, y es muy probable que sólo dures una semana o dos.
Uno de los grupos de alimentos más populares para cortar es los carbohidratos. Si bien no comer carbohidratos te ayudará a perder peso, los carbohidratos son los que hacen posible almacenar energía para sobrevivir tu día. Sin carbohidratos no tendrás energía, sin energía no tendrás fuerzas, y sin fuerzas tú voluntad será puesta a prueba cada día y sólo sería cuestión de tiempo para que te quiebres.
Pregunta 3: ¿Es tu estado de ánimo repentinamente impredecible?
Todo el mundo desea tener un metabolismo acelerado para bajar de peso, pero si tu dieta es demasiado restrictiva, es posible que tus cambios de humor vengan con mayor regularidad y gravedad. Esto sucede porque las restricciones calóricas excesivas interfieren con los químicos en tu cerebro. Cuando esto ocurre, no se sabe en qué dirección irá tu estado de ánimo.
Antes de dejar que tu dieta arruine tus relaciones y ponga en riesgo tu trabajo, reconsidera tu dieta y encuentra una que te ayude a mantenerte tranquilo, calmado y sereno.
Pregunta 4: ¿Insistes en que no hay necesidad de hacer ejercicio?
Hay algunos planes de dieta que prometen un montón de libras perdidas sin la adición de ejercicio.
Si este es el tipo de dieta que está considerando o estás en medio de, ¡ten cuidado! El ejercicio viene con innumerables beneficios para la salud que harán que tu pérdida de peso sea aún más beneficiosa. Desde prevenir el dolor crónico hasta mejorar tu nivel de energía y dormir mejor, el ejercicio es un componente vital para cualquier dieta.
Pregunta 5: ¿Todavía pesas lo mismo?
Es cierto que la mejor manera de perder peso es lentamente: aproximadamente una o dos libras por semana. Pero ten en cuenta que poco a poco no significa en absoluto.
En el caso de que hayas estado en una dieta durante algunas semanas sin ningún resultado, entonces tu dieta es un fracaso. Déjala de inmediato y encuentra algo que te ayude a perder peso de manera segura y efectiva. De lo contrario, te desanimaras y volverás a los viejos hábitos que to llevaron a donde estás ahora.
Recuerda que una verdadera transformación del cuerpo proviene de una combinación correcta entre tu nutrición, tu plan de entrenamiento y la mentalidad correcta para que puedas superar esos obstáculos que te impiden avanzar de manera correcta.