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Este mes he estado hablando mucho sobre la fuerza del core y cómo te afecta si no está fortalecido.
Tus músculos centrales y tu postura van juntos como el arroz blanco y las habichuelas.
Y… curiosamente… también lo hace tu postura y tu sistema digestivo.
La forma en que te sientas o te pones de pie después de comer puede desempeñar un papel sorprendente en el funcionamiento de tu cuerpo.
2 formas diferentes en las que tu postura afecta la digestión
1. Encorvarse después de una comida puede provocar reflujo ácido.
Cuando te inclinas hacia adelante, ejerces presión sobre tu abdomen, lo que puede hacer que el ácido del estómago suba hacia el esófago.
Esto no solo es incómodo. Con el tiempo, puede dañar el revestimiento del esófago y la garganta. ¡No es bueno!
2. Encorvarse puede contribuir a la hinchazón.
Los estudios sugieren que la presión causada por encorvarse en realidad ralentiza los gases / desechos a medida que viajan a través de los intestinos, lo que puede provocar hinchazón y malestar.
Si experimentas hinchazón después de comer, ¡revisa tu postura!
Esas son solo dos razones por las que es importante mantener fuertes los músculos centrales, para que puedan apoyar tu cuerpo en una postura neutral y equilibrada.
Notarás una diferencia en tu estado físico, además de que puede tener un gran impacto en cómo te sientes y te mueves después de comer.
¿Cómo está TU core? Tener un núcleo fuerte y estable es una parte clave de un programa completo de acondicionamiento físico y bienestar.
REFERENCIAS:
https://www.health.harvard.edu/staying-healthy/3-surprising-risks-of-poor-posture
https://www.healthline.com/health/fitness-exercise/posture-benefits