El Crecimiento y su Impacto en el Rendimiento Deportivo de Jóvenes Atletas
- Alexander Cruz
- Oct 23, 2024
- 3 min read

El crecimiento en niños y adolescentes no solo cambia su estatura, sino que también impacta significativamente su rendimiento deportivo.
Durante la adolescencia, el cuerpo atraviesa fases aceleradas de crecimiento, conocidas como estirones, donde los cambios en la altura, peso y proporciones corporales pueden generar desajustes temporales en el rendimiento físico.
Estos periodos pueden alterar la coordinación motora, la fuerza y la agilidad, haciendo que un joven atleta, que previamente destacaba en su disciplina, experimente una etapa en la que su cuerpo necesita tiempo para adaptarse a sus nuevas dimensiones.
Además, estos cambios no ocurren de manera uniforme, lo que significa que cada joven puede verse afectado de forma distinta. Por ello, es fundamental ajustar los entrenamientos y ser conscientes de que el proceso de crecimiento puede influir tanto en el desempeño físico como en el bienestar emocional de los atletas jóvenes.
🔍 ¿Cómo afecta el crecimiento?
1. Cambios en la coordinación: A medida que los jóvenes experimentan un aumento en su estatura, su cuerpo tarda en adaptarse. La coordinación motora puede verse afectada, lo que provoca que niños que anteriormente mostraban un alto rendimiento deportivo, temporalmente parezcan torpes o con menos destrezas.
2. Fuerza y potencia: La adolescencia es una etapa clave para el desarrollo muscular, pero los músculos no siempre crecen al mismo ritmo que los huesos. Esto puede generar una descompensación muscular que afecte la potencia y fuerza en los deportes. Un ejemplo común es la sensación de pérdida de fuerza en deportes que exigen explosividad, como el atletismo o el fútbol.
3. Riesgo de lesiones: En estas etapas de rápido crecimiento, los ligamentos y tendones no siempre pueden seguir el ritmo de los huesos, lo que genera mayor riesgo de lesiones como fracturas por sobrecarga o la enfermedad de Osgood-Schlatter, frecuente en adolescentes deportistas. Según estudios, el 50% de las lesiones en niños deportistas están relacionadas con su etapa de crecimiento.
4. Velocidad y resistencia: El aumento de estatura puede alterar la biomecánica de los movimientos, como la zancada al correr o la postura al lanzar una pelota. Aunque los atletas tienden a mejorar en velocidad y resistencia a largo plazo, estos cambios pueden ser una fuente de frustración durante los periodos de adaptación.
Datos clave:
Durante los estirones, un adolescente puede ganar 2 - 4 pulgadas en un año, lo que afecta drásticamente su equilibrio y fuerza relativa. Investigaciones muestran que los jóvenes que crecen más rápido tienden a mostrar una reducción temporal en sus habilidades de salto, velocidad y agilidad.
Hoy en día, muchos entrenadores y programas deportivos aplican rutinas y exigencias uniformes a todos los jóvenes atletas, sin tener en cuenta las diferencias en su desarrollo físico. Este enfoque tradicional, que ignora los efectos de los estirones de crecimiento y las etapas de maduración, puede generar frustración, lesiones y el abandono del deporte por parte de los jóvenes.
Es fundamental reflexionar sobre cómo estamos manejando el desarrollo deportivo de los niños y adolescentes.
En lugar de centrarnos únicamente en resultados inmediatos o en forzar una mejora constante, debemos adaptar los entrenamientos y expectativas al estado físico y emocional de cada joven. Al hacerlo, no solo prevenimos lesiones y fomentamos un desarrollo saludable, sino que también les ayudamos a disfrutar del proceso, mantener la motivación y construir una relación positiva con el deporte.
Para mejorar la situación, es clave que entrenadores, padres y educadores adopten un enfoque más individualizado y basado en la ciencia, priorizando la prevención, la educación y la adaptación. Solo así podremos guiar a las nuevas generaciones hacia un desarrollo pleno, respetando su ritmo y apoyando su crecimiento físico y mental de manera integral.
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