Pregunta semi seria para ti: ¿Con qué frecuencia piensas en tus músculos? (Quiero decir, además de cómo se ven. ;-)) Te pregunto esto porque esperamos que nuestros músculos puedan rendir por nosotros de manera instantánea. Pero ¿qué hacemos para cuidarlos realmente para que puedan actuar como deseamos cuando los necesitemos? Quizás juegas el juego de "caminar" mientras los ignoras para que se pongan bien por sí solos. Tal vez piensas que tus músculos ni siquiera NECESITAN cuidados. Pero lo hacen... ¡especialmente si quieres que se muevan con facilidad y funcionen a un alto nivel! ¿Y quién no quiere eso? Aquí está la verdad: cuidar de tus músculos tendrá grandes beneficios ahora y en el futuro... y beneficiará a todo tu cuerpo. Además, ¡se siente GENIAL! Voy a resumirte 4 pasos que puedes seguir a partir de hoy para hacer que tus músculos estén más felices. ● Bebe al menos la mitad de tu peso corporal en onzas de agua todos los días (es decir, si pesas 150 libras, bebe 75 onzas). Esto ayudará a tu cuerpo a transportar electrolitos y minerales muy necesarios a tus músculos para ayudarlos a funcionar correctamente. Además, hará que sea más fácil eliminar los desechos de los músculos. ● Realiza un buen calentamiento antes de hacer ejercicio o cualquier actividad intensa. Haz algunos ejercicios de peso corporal, sentadillas, movimientos de brazos, piernas y movimientos que imiten lo que harás para hacer ejercicio. Los músculos "fríos" (es decir, sin mucho flujo sanguíneo debido al calentamiento) no son tan flexibles ... ¡y eso significa que son más propensos a sufrir lesiones! ● Dedica tiempo a la flexibilidad. Puede ser tentador ignorar el trabajo de flexibilidad porque no parece tan productivo como un entrenamiento que te hace sudar. El hecho es que, si quieres ser aún más efectivo durante tus entrenamientos, es importante poder usar el rango completo de movimiento durante tus ejercicios. ¡La flexibilidad ayuda con esto! Además ... si quieres mantenerte ágil a medida que envejeces, ¡definitivamente quieres comenzar con esto ahora! Dedica unos minutos a estirarte después de tu entrenamiento, o por la noche como parte de tu rutina nocturna. ● Come una dieta balanceada llena de alimentos integrales (proteínas, grasas y carbohidratos saludables). Estos le darán a tus músculos el combustible para impulsar sus actividades diarias, así como los nutrientes necesarios para recuperarse, repararse y crecer. Tómate un minuto o dos y agradece a esos músculos tuyos. ¡Ellos trabajan duro para ti!