Cuántas veces haz pensado que el resultado final de lo que sea que estás intentando te hará exitoso?
Te lo diré, muchas. Y es que haz aprendido que el final es lo que te hace grande, pero que sucede con los pequeños logros diarios y esos tropiezos que te hicieron mejorar hasta llegar donde estás hoy, no cuentan? Haz pensado en que la verdadera grandeza está en el proceso. En amar lo que haces a diario, ahí es que está la diferencia en todo. Esa es la puerta para que puedas mejorar tu calidad de vida. Necesitas a alguien que te ayude durante el camino, pero no necesitas una sombra que te persiga para que logres lo que deseas, si es asi, no tienes ningún tipo de responsabilidad personal, y cualquier ayuda nunca será suficiente porque siempre dirás qué hay algo que debes hacer para lograr "X" cosa, aún teniendo lo necesario dirás qué no es suficiente. Hoy solo debes hacer esto... Debes amar el proceso cuando no hay personas para aplaudir tu actuación. Debes amar el proceso cuando las luces están apagadas y no hay cámaras grabando tu desempeño. Debes amar el proceso cuando llegas a un nivel pero deseas seguir escalando peldaños, por qué esto trata sobre mejorar cada día. Debes amar el proceso aún cuando eres el único que cree que lo puedes lograr. Debes amar el proceso porque de eso se trata.