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  • Writer's pictureAlexander Cruz

Conoce como el Ciclo Acumulativo de Lesiones no te deja rendir al maximo de tus capacidades


Alguna vez te has preguntado porque sigues lastimándote un área de tu cuerpo una y otra vez. Descansas, regresas al deporte y vuelves a lastimarte. Y lo peor es que cada momento la lesión se agrava, lo que comenzó con una simple molestia en un área del cuerpo ahora se a convertido en un dolor persistente que parece no tener fin.



Y tú sigues pensando que el dolor se ira y que necesitas continuar entrenando al máximo porque de lo contrario perderás todo ese entrenamiento que llevas y descansar no puede ser una opción para ti en estos momentos.



Pero a tu cuerpo no le interesa tu opinión acerca de ese extenuante entrenamiento y finalmente decide ponerte un alto con una lesión de gravedad, y todo comenzó con un simple dolor y unas señales que no pudiste reconocer y que fueron pasadas por alto, tú sabes por eso del “no pain no gain”.



Pero, ¿Cuál hubiese sido la historia si hubieses reconocido estas señales?



Sencillo, esa lesión grave no sería parte de tu historial y estarías rindiendo al máximo de tus capacidades en tu deporte, el profesional que te ve habría identificado la causa y evitaría que ese pequeño dolor se convierta en lo que se conoce como el Ciclo Acumulativo de Lesiones.



Sucede de la siguiente manera;



Trauma al tejido


El traumatismo al tejido puede ser el resultado de una lesión, como una distensión, o simplemente puede referirse a las micro desgarres y/o la tensión contractiva en un músculo que son resultados normales del entrenamiento de fuerza. El cuerpo trata este estrés en el tejido como una lesión e inicia el proceso de reparación. La única forma en que los músculos se hacen más grandes y fuertes es cuando el cuerpo realiza este proceso de reparación saludable y normal. Sin embargo, la tensión excesiva NO es normal ni saludable, la misma interfiere con el crecimiento saludable de los músculos ya que permanecen en un estado acortado y contraído.



Inflamación


Cualquier trauma en los tejidos conduce a la inflamación del área. La inflamación activa el sistema de respuesta al dolor del cuerpo, que activa los mecanismos de protección destinados a evitar daños mayores. A nivel microscópico, estamos hablando de la activación de pequeños receptores llamados husos musculares que detectan el nivel de tensión en el músculo e intentan protegerlo iniciando la contracción.



Espasmo muscular


Cuando se estimulan los husos musculares, los micro espasmos comienzan a hacer eco en todo el músculo, creando más tensión y acortamiento.



Adheciones


También conocidas como "nudos", las adhecioness son el resultado de los micro espasmos en el paso 3. Estas adherencias pueden describirse como nódulos tensos dentro de los tejidos musculares blandos. Reestructuran el músculo en sí, creando una matriz inelástica de obstáculos que evitan que el músculo se contraiga y libere como debería. Las adherencias no tratadas pueden convertirse en características permanentes del tejido blando a medida que el tejido se repara para hacer frente a las demandas del entrenamiento de fuerza. El tejido inflexible causa compensaciones posturales a medida que el cuerpo intenta encontrar formas de moverse a pesar de sus nuevas limitaciones.



Alteraciones en el control neuromuscular


Estas adherencias permanentes hacen que el cuerpo se mueva de formas fundamentalmente diferentes. El cuerpo quiere moverse, y encontrará una manera de hacerlo, incluso si eso significa usar músculos y articulaciones de maneras subóptimas que se desvían de sus funciones previstas.



Desbalance muscular


Patrones repetidos de movimiento modelan el cuerpo a su imagen. Si el cuerpo se mueve de manera subóptima, con el tiempo, los patrones defectuosos se incorporarán a los músculos y las articulaciones. Creando en ti un cuerpo menos eficiente al moverse.

Como puedes observar mientras continúas haciendo ejercicio tus limitaciones físicas aumentan y las mismas ejercen presión sobre el cuerpo, compensando en las diferentes estructuras anatómicas y predisponiéndote a sufrir de más lesiones con el paso del tiempo.



Este ciclo está directamente relacionado con el concepto de sobrecarga de un mismo patrón, lo que significa que estás colocando estrés de manera repetitiva en el cuerpo al realizar los mismos movimientos.



La mala postura combinada con la sobrecarga del mismo movimiento es la receta para las lesiones por estrés repetitivo, que incluyen, entre muchas otras, bursitis, tendinitis, tenosinovitis, túnel carpiano y más.



Según mi experiencia personal, este ciclo no siempre tiene que comenzar con una lesión (al menos no desde mi perspectiva). Si por ejemplo tomamos una casa, la casa no necesita un desastre natural para ser destruida, sólo necesita una pared mal hecha o un cimiento mal hecho para que caiga… Del mismo modo, tu cuerpo solo necesita una mala posición de tu pie al caminar que fuerce a todo tu cuerpo a un patrón de movimiento incorrecto para desarrollar a largo plazo una lesión en otra parte de tu cuerpo.



Como ves un pequeño traumatismo o cambio puede hacerte sufrir de una lesión que no deseas. Es de suma importancia que puedas encontrar un profesional que te ayude a identificar estas causas y que trabaje contigo para que puedas rendir al máximo de tus capacidades disminuyendo la posibilidad de lesiones a corto y largo plazo.

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