El precio invisible de la energía enlatada
- Alexander Cruz
- May 14
- 3 min read

Espero que estés teniendo una grandiosa semana! Hoy deseo hablarte sobre una moda que lleva mucho tiempo entre nosotros y que con el tren de vida que llevamos parece que nunca se irá ya que vivimos en una época donde estar cansado parece un pecado. Donde se espera que rindas, que produzcas, que siempre tengas energía. Y si no la tienes, la compras. Una lata. Un sorbo. Un impulso artificial.
Así empieza el ritual silencioso que millones repiten cada día. Nos prometen foco, rendimiento, vitalidad. Pero hay algo que no dicen: ese impulso puede tener un costo oculto que tu cuerpo ya no puede seguir pagando.
Hay personas que entrenan con disciplina. Comen limpio. Duermen bien. Y sin embargo, algo no encaja. El cuerpo duele sin razón aparente. La espalda se tensa, los músculos no recuperan, las articulaciones duelen.
Y te preguntas ¿por qué, si estoy haciendo todo bien?
Pero hay una variable que pocos consideran, porque viene disfrazada de eficiencia: lo que bebes para mantenerte “activo”.
La ciencia ya comienza a revelar lo que tu cuerpo lleva tiempo tratando de decirte. El consumo frecuente de ciertos compuestos estimulantes se asocia con dolores musculoesqueléticos persistentes, tensión acumulada, fatiga inexplicable y problemas en la recuperación muscular.
Un estudio reciente encontró que el aumento en el consumo de cafeína se correlaciona con un 8.35% más riesgo de dolor musculoesquelético crónico (CMP) (Zhou et al., 2024).
Y no se trata solo de la cafeína. Es el cóctel moderno de azúcar, edulcorantes artificiales, aditivos y sustancias termogénicas. Compuestos que, de forma acumulativa, afectan tu hidratación, balance de electrolitos, sistema nervioso y regeneración celular.
Uno de los descubrimientos más inquietantes viene de un estudio publicado en Scientific Reports, que demostró que ciertos ingredientes usados en bebidas energéticas pueden interferir con la reparación muscular al inhibir la diferenciación de células musculares (Keller et al., 2023).
Y todo eso no lo notas al momento. Pero con el tiempo, el cuerpo deja de rendir igual. Empieza a gritar con síntomas que ignoras: rigidez, inflamación, dolores que parecen injustificados, fatiga mental y física que no se alivia ni con descanso.
Y es aquí donde todo se vuelve más profundo. Ese dolor que cargas puede no ser solo físico. Puede ser una señal. Una súplica de tu cuerpo por atención. Una consecuencia de intentar mantener un ritmo que no es humano… alimentado por decisiones que parecen pequeñas, pero que te afectan cada día.
Quizás no necesitas cambiar de rutina o entrenar menos. Puede que solo necesitas detenerte… y observar cómo estás alimentando tu energía.
Porque la verdadera energía no se compra. La verdadera energía se construye... Con descanso real. Consumiendo comida real que nutre tu cuerpo sin engañarlo. Tomando agua para hidratarte verdaderamente... Tomando tú las decisiones conscientes, en lugar de que las decisiones te tomen a ti.
No hay nada de malo en buscar un impulso de vez en cuando. El problema empieza cuando dependes de eso para funcionar, cuando te acostumbras a vivir desconectado de lo que tu cuerpo realmente necesita.
Haz la prueba. Solo una semana. Quita el ruido. Toma más agua. Respira profundo. Duerme con más intención. Muévete de forma más consciente y escucha si tu cuerpo te lo agradece.
A veces, solo necesitas dejar de exigirte como si fueras una máquina y empezar a tratarte como lo que eres: un ser humano con un cuerpo que te ha traído hasta aquí… y que aún quiere seguir contigo.
Tu dolor no siempre viene del esfuerzo. A veces viene del olvido, de no mirar lo que estás introduciendo en tu sistema cada día, y si prestas atención, quizás descubras que el dolor no venía del entrenamiento… sino de lo que estabas consumiendo sin pensar.
Referencias científicas
• Zhou, H., et al. (2024). Caffeine Consumption and Risk of Chronic Musculoskeletal Pain in Adults: A Cross-Sectional Study. Frontiers in Nutrition. https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnut.2025.1570403/full
• Keller, A., et al. (2023). Energy Drink Ingredients Impair Myogenic Differentiation in Muscle Cells. Scientific Reports. https://www.nature.com/articles/s41598-023-35338-7
• Reissig, C.J., et al. (2009). Caffeine and Energy Drink Use: Emerging Health Concerns. Drug and Alcohol Dependence, 99(1-3), 1–10. https://doi.org/10.1016/j.drugalcdep.2008.08.001
• Seifert, S.M., et al. (2011). Health Effects of Energy Drinks on Children, Adolescents, and Young Adults. Pediatrics, 127(3), 511–528. https://doi.org/10.1542/peds.2009-3592
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