El otro día me hablé con una clienta que estaba MUY frustrada porque sentía que todo en su vida iba en contra de sus objetivos.
Tiene un trabajo exigente... su vida familiar es agitada... Y está asumiendo nuevas responsabilidades con sus padres ancianos…
“No hay absolutamente ningún tiempo para MÍ”, me dijo.
¿Y sabes qué? Ella está en lo correcto, tiene DEMASIADO en su plato.
Así que le sugerí que hiciera un cambio en su mentalidad... y que se RELAJARA un poco. Lo cual puede ser increíblemente difícil de hacer, especialmente si es una persona super orientada a sus objetivos.
No se trata de "encender" o "apagar" el hábito de mejorar tu salud y las rutinas de ejercicio. En cambio, se trata de hacer lo mejor que puedas hacer AHORA MISMO.
A largo plazo, son tus hábitos cotidianos los que tienen el mayor impacto en tu salud y estado físico.
Hábitos como:
- Elegir alimentos saludables
- Realizar actividad física cuando sea posible (caminatas, breves sesiones de ejercicio)
- Cuando puedas, programar de 2-3 entrenamientos a la semana (en bolígrafo) en tu calendario
- Dormir de 7 a 8 horas por noche
Todas estas acciones añadirán MÁS a tu vida.
Más energía (¡y menos estrés!)... y más vitalidad para afrontar tu diario vivir todos los días, sintiéndote fuerte y empoderada.
Cuando enfrentas desafíos, NECESITAS apoyo, responsabilidad y un solucionador de problemas que pueda dar un paso atrás y ver el panorama general... para así ayudarte a encontrar soluciones que funcionen con tu horario y metas.
¡Funciona CON tu vida, no contra ella! Recuérdalo siempre...
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