El verdadero éxito en el entrenamiento no se mide solo por los números en la báscula o la velocidad en el cronómetro, sino por cuánto tiempo puedes mantenerte en la cima sin que tu cuerpo sufra.
Entrenar no es solo cuestión de esfuerzo, es también una cuestión de estrategia. Los estudios muestran que entre el 50% y el 75% de las lesiones deportivas recurrentes se deben a desequilibrios o problemas de movilidad no tratados adecuadamente (NATA).
La pregunta es ¿Quieres estar dentro de ese porcentaje o prefieres disminuir sus posibilidades desde ahora?
Aquí te presento el Ciclo Acumulativo de Lesiones, un concepto que todas las personas deben conocer.
Cuando una parte de tu Sistema del Movimiento Humano no está funcionando de forma óptima, tu cuerpo empieza a compensar, generando disfunciones que, tarde o temprano, llevarán a lesiones. El American College of Sports Medicine encontró que más del 40% de los atletas que no corrigen estos problemas se vuelven a lesionar en menos de seis meses.
Entrenar no se trata solo de mejorar el rendimiento, sino de asegurar que tu cuerpo esté preparado para soportar las demandas que le impones a largo plazo.
Prioriza siempre la disminución en la posibilidad de lesiones y luego la maximización del rendimiento. Aquellos que incorporan rutinas de movilidad y estabilidad en su entrenamiento tienen hasta un 33% menos de riesgo de lesiones, según la Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy.
Ningún atleta quiere pasar de ser el mejor de su equipo a estar en la banca por una lesión, y nadie quiere ir al gimnasio por una semana a darlo todo solo para terminar en rehabilitación la semana siguiente por una sobrecarga inadecuada en su entrenamiento.
Entrenar no se trata solo de lo que puedes hacer hoy, sino de lo que serás capaz de hacer mañana y por muchos años más.
No es solo sobre tener el mejor rendimiento, sino sobre disfrutar de un cuerpo fuerte, funcional y libre de lesiones. Cada sesión de entrenamiento es una inversión en tu futuro.
Recuerda: ningún triunfo vale más que tu salud. Entrena para destacar en el momento, pero también para seguir disfrutando lo que amas sin limitaciones.
Entrenar con inteligencia es el acto de amor propio más grande que puedes hacer por tu cuerpo.
Entrena con inteligencia. Entrena con propósito.
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