Hoy deseo preguntarte si esto a continuacion te ha pasado esto alguna vez...
Estás planeando hacer ejercicio después del trabajo... pero justo cuando es hora de irte, comienzas a pensar:
Estoy muy cansado
El clima es demasiado frío o quizás hace mucho calor…
Estás hambriento
Tienes mucho que hacer
Estás estresado
No estás seguro de qué entrenamiento hacer
Realmente solo quieres ver algo en Netflix
Entre muchas más…
Y estás tentado a ceder y dejar tu entrenamiento a un lado…
¡Lo entiendo! A todos nos pasa. Al final del día, un entrenamiento puede parecer MUCHO esfuerzo mental. PERO, antes de que dejes que cualquiera de esas excusas descarrile tus objetivos, prueba hacer esto:
1. Recupera el poder de la voz en tu cabeza.
Reconoce que TÚ controlas tus acciones, no tus pensamientos o caprichos fugaces. Las elecciones que hagas y las acciones que tomes HOY juegan un papel directo en tu MAÑANA... acercándote o alejándote de él. Este es un cambio de mentalidad muy empoderador para cualquier área de tu vida.
2. Pregúntate: ¿qué es lo que REALMENTE impulsa tus excusas?
Probablemente no sea porque estés cansado/aburrido/confundido/ocupado… sino por el “pensamiento apestoso” (también conocido como creencias limitantes).
Algunos ejemplos: puedes pensar que es demasiado difícil ti... que se sentirá incómodo... que de alguna manera fallarás (otra vez)... que no obtendrás los resultados que deseas... o que en el fondo no eres el tipo de persona que hace ejercicio.
CONSEJO: Tan pronto como llegue este pensamiento apestoso, reconócelo, y haz algo al respecto. Tú tienes el control. ¡No dejes que los pensamientos o creencias negativas se interpongan en el camino de lo que quieres!
3.¡Busca apoyo!
Tener a alguien que te haga responsable y que apoye tus objetivos puede marcar la diferencia. De esta manera, cuando sientas que tus excusas amenazan con tomar el control, tienes a alguien que te ayudará a mantenerte encaminado.
Encuentra un compañero de entrenamiento, cuéntales a tus amigos o familiares acerca de tus objetivos o trabaja con un entrenador experimentado.
Recuerda: ¡tú eres más fuerte que tus excusas!
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