¿Has estado tan ocupado que cocinar parece una tarea imposible y escoges lo primero que ves en el camino para ti y tus hijos?
¿Si? A todos nos a pasado. Todos lo hemos hecho en alguna ocasión o en múltiples ocasiones. Pero, es momento de pensar para mejorar las cosas si verdaderamente quieres mejorar la salud de tus hijos en la actualidad y prevenirle de condiciones en el futuro.
Y es que un estudio publicado en 'Journal of the Academy of Nutrition and Diabetes' alerta de que los niños estadounidenses consumen sodio en niveles elevados. Nueve de cada 10 niños en la nación americana consumen demasiada sal y uno de cada seis niños ya tiene presión arterial elevada, lo que puede provocar presión arterial alta en la edad adulta.
Se estima que los niños entre 6 a 18 años consumen alrededor de 3,300 miligramos de sodio al día, aun cuando las guías nutricionales dicen que deberían consumir de 1.900 mg/día a 2.300 mg/día dependiendo de la edad.
El estudio muestra que los altos niveles de sodio que los niños consumen provienen de diferentes fuentes de comida. Por ejemplo, encontraron que el 39 por ciento del sodio se consumía en la cena, el 31 por ciento provenía del almuerzo, el 16 por ciento de los aperitivos y el 14 por ciento en el desayuno. Los científicos observaron que sólo diez tipos de alimentos constituían casi el 50 por ciento de la ingesta de sodio de los niños: pizza, platos mexicanos mezclados, sándwiches...
Encontraron que los alimentos de las tiendas de comestibles representaban un 58 por ciento de la ingesta diaria de sodio, mientras que la comida rápida era responsable del 16 por ciento, y la de la escuela de un 10 por ciento.
El principal beneficio que debes tener en cuenta a la hora de reducir la cantidad de sal de la dieta de niños (y adultos) es la disminución de la presión arterial y la disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares (ictus) e infarto de miocardio.
Es de suma importancia que los padres y cuidadores comiencen a proporcionarles a los niños una dieta rica en frutas y vegetales, sin sodio o salsas. Además de leer las etiquetas nutricionales para que puedan buscar las opciones más bajas de sodio de los alimentos favoritos de sus niños, incluyendo las opciones de los restaurantes para que así puedan elegir las opciones más saludables a la hora de consumir.
Recuerda que los niños observan todo lo que los adultos hacen y quieren seguir el ejemplo que damos. Seamos el mejor ejemplo posible ayudándolos a crecer saludables y con hábitos que les permitan tener una gran vida.
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